La delincuencia juvenil es un fenómeno clásico que se intenta erradicar desde mucho antes que irrumpieran las nuevas tecnologías. Aunque Internet y el resto de dispositivos móviles aumentan las posibilidades del joven delincuente, otras manifestaciones más tradicionales han pretendido ser sofocadas en diversos programas de prevención. El objetivo de cara al futuro es actualizar esas iniciativas a los tiempos que corren, como indica Abraham Fernández, que se encarga de la intervención socioeducativa y emocional con jóvenes en situación de riesgo o menores infractores.
Fernández ha participado en proyectos con menores en chabolas de minorías étnicas (Salamanca) y como colaborador de PCPI en barrio periférico con menores de bandas latinas y núcleos desfavorecidos. Su experiencia le avala para ejercer actualmente en el Servicio Especializado de Atención a Familia e Infancia de la Mancomunidad Bajo Segura (Consellería de Bienestar Social y Justicia de la Generalitat Valenciana). “En este servicio realizamos orientación, mediación y terapia, conformando un equipo multidisciplinar especializado en menores”, señala.
Otro proyecto enfocado hacia las labores de prevención es el ITER (cofinanciado por la Comisión Europea), en el que participa la diputación de Alicante. Su objetivo se acerca más a la concienciación y cooperación de los educadores que están en contacto con menores. Paralelamente se celebran charlas o congresos con el fin de confeccionar un marco teórico que permita una actuación eficaz. Es el caso de la asociación Praxis Vega Baja, que organiza encuentros de expertos en la materia para definir modelos de responsabilidad y actuación.
La mayoría de planes preventivos se enmarcan en un ámbito local. Un ejemplo es el llevado a cabo por el ayuntamiento de San Vicente del Raspeig (Alicante), que ha completado un primer año exitoso: “Se han realizado 244 intervenciones e iniciado 145 acciones enfocadas a la mediación de conflictos”, indica Mª Ángeles Genovés, concejal de Educación y Bienestar Social. Bajo el lema Educación de Calle se pretende “promover la integración de los jóvenes en riesgo con una atención especializada y una acción conjunta utilizando los recursos del municipio”, certifica la edil.
Objetivos similares tiene el programa Preventia, presentado recientemente por la Audiencia Provincial de Alicante, o la guía elaborada por Cruz Roja Juventud para marcar estrategias de mediación y diálogo que eviten comportamientos delictivos en los jóvenes.
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